La banca privada invertirá recursos en
regulación, personas, tecnología y nuevos servicios
La reducción de los márgenes en la industria de la gestión financiera por la bajada de las comisiones como consecuencia de la prohibición parcial -de momento- de las retrocesiones por imperativo legal en Europa, unido a la coyuntura macroeconómica que obliga a subir los tipos de interés para contener la inflación han colocado bajo presión a la banca privada. El foco del sector no solo se dirige a buscar nuevas fuentes de ingresos, sino también a destinar mayores recursos a áreas con las que ganar eficiencia y propuesta de valor.
En la mesa redonda titulada “Los retos para la banca privada en España: normativa y expectativas de crecimiento”, celebrada durante un evento organizado con motivo del décimo aniversario del Think Tank BNY Mellon Investment Management el pasado mes de septiembre de 2023, una iniciativa en colaboración con FundsPeople, responsables del segmento de gestión de altos patrimonios de Santander, BBVA, CaixaBank Bankinter y Sabadell Urquijo identifican las partidas en las que invertir en los próximos cinco años.
En este punto, en el encuentro también se ha presentado el I Barómetro de altos Directivos en España que concluye que la normativa, el impacto de la subida de tipos, la digitalización y el refuerzo de las plantillas son las áreas que más recursos van a absorber en las entidades.
Cuatro pilares
Íñigo Gallastegui, director de Producto y Estrategia de Inversión y Servicios de Asesoramiento de Santander Banca Privada España, resume las cuatro áreas que más recursos va a absorber la entidad y que coincide de forma generalizada con el resto del sector.
Primero, la regulación, que “condiciona muchísimo” en la actividad en dos aspectos: de un lado la Retail Investment Strategy, que “va a impactar de manera relevante en la transformación de la industria”, y, de otro, la sostenibilidad; segundo, la digitalización para ser más eficientes en procesos y servicio al cliente; tercero, inversión en talento, “clave de este negocio”; y, cuarto, búsqueda de nuevas líneas de ingresos para compensar los menores márgenes y “dar un servicio 360”.
Tecnología para detectar necesidades
“Estamos en un escenario de subida de tipos, que es siempre malo para la banca patrimonial ya que te pone presión sobre el crecimiento de la cuenta de resultados. Además, tenemos una inflación creciente y una competencia sana. Todo ello vislumbra un estrechamiento de márgenes”, señala Joaquín Calvo-Sotelo, director de Banca Patrimonial de Bankinter.
En este contexto, una de las áreas en las que la entidad invierte es en identificar nuevos servicios que complementen la oferta core y ampliar así la relación con el cliente. Esto inexorablemente conduce a apostar por tecnologías que ayuden a detectar necesidades, como es la Inteligencia Artificial. “Estamos usando la IA al servicio del cliente, del banquero y de la gestión de activos. Si lo conjugas, realmente consigues ser más eficiente y llegar a más clientes”, añade el directivo.
Élite de banqueros
“Si hay una cosa que nos diferencia y nos va a diferenciar siempre en Banca Privada son las personas. La inversión en formación es crítica para el negocio de Banca Privada”, para tener “una élite de banqueros que sean excelentes asesores”, señala Xavier Blanquet, director de Negocio de Sabadell Urquijo Banca Privada.
Destaca que otros dos bloques de inversión tienen que ver con hacer más eficientes los procesos para “contrarrestar la presión que vamos a tener en márgenes” y agilizar la toma de decisiones y con “mejorar la experiencia de los clientes a través del desarrollo de herramientas.
Excelencia de servicio
Una eficiencia que pasa por la tecnología, la cual es “básica en este negocio para compensar la caída de ingresos y el encarecimiento de costes y para mejorar la relación con el cliente. Sin ella no podemos avanzar”, reconoce Fernando Ruiz, director de Banca Privada en España de BBVA quien explica que la entidad aplica la Inteligencia Artificial para “satisfacer a los clientes”, conociendo sus gustos y su forma de actuar.
“Así nos adaptaremos mejor a ellos y podremos personalizar nuestras propuestas”, al mismo tiempo que ayuda a dotar de más información a todas las partes y a dar seguridad en el almacenamiento de los datos.
Una “excelencia de servicio” que también implica invertir en formación para atraer y retener el talento.
Digitalización (sistemas)
Digitalización (desarrollos como inteligencia artificial u otros)
Ciberseguridad
Sostenibilidad
Reforzar plantilla
Incremento costes laborales
Otros
Experiencia de cliente
“Lo que estamos viendo cada vez más es que tenemos que ir a una mayor segmentación de los clientes por servicios, ir hacia modelos predictivos que te puedan decir qué quiere el cliente, qué servicios necesita y, sobre todo, cuáles a futuro”, añade Juan Bernal, director general de CaixaBank AM, para lo que sin duda es fundamental la inversión en tecnología, la cual ayuda a la industrialización, que no estandarización de la oferta, recalca.
Además, contribuye a mejorar la experiencia de cliente no solo en servicios, sino también a la hora de relacionarse con los usuarios, donde también pone en valor la figura del web manager como “punto de encuentro entre el cliente y la entidad, para que esa experiencia con el banquero sea lo más eficiente y barata”.