Los cambios regulatorios
que ayudarán a eliminar competencia desleal
Desde la firma de asesoramiento finReg360 se hace una lectura positiva de las medidas regulatorias en el mundo de las finanzas. Su cofundador y socio, Jorge Ferrer aplaude “el ejercicio de supervisión horizontal realizado por la Comisión, puesto que lo que no es admisible es que las entidades tengan que competir en un mercado con reglas distintas”.
Desde su punto de vista, “aunque las grandes redes agenciales de este país hayan hecho un esfuerzo importante para adaptar sus modelos de remuneración, en un mercado en el que existe una gran rotación de agentes, es importante que estas reglas se apliquen también en las entidades de menor tamaño, puesto que, de lo contrario, las entidades que no hayan adaptado sus modelos tendrán una ventaja competitiva para atraer y retener agentes”.
Para Víctor García, director de Seguimiento y Planificación de Banca Patrimonial de Bankinter, MIFID III “es un reto favorable para despejar el mapa de las redes agenciales, con potencialidad en el crecimiento orgánico al ser receptor de aquellos modelos que no puedan seguir estrechando sus márgenes, pues nos están empujando al cobro explícito”.
Afirma que hay tiempo para adaptarse, toda vez que no se vislumbra su entrada en vigor hasta al menos 2026. “No podemos ir por detrás del regulador, el terreno de juego ha cambiado, debemos anticiparnos y actuar de manera proactiva, no ir pensando en lo que se nos va a requerir”.
Víctor García, director de Seguimiento y Planificación Banca Patrimonial de Bankinter
En opinión del director de Desarrollo de Negocio de Mapfre Gestión Patrimonial, Enrique Palmer, la normativa “genera que el profesional del asesoramiento ya sea laboral, mercantil, fiscal…, que antes se planteaba convertirse en mediador de productos financieros con soporte asegurador, de fondos, etcétera, tenga ahora que afrontar una normativa que sólo está obligado a cumplir si da ese paso de distribución de productos”.
De esta manera, lo que ven los agentes financieros es que “el mercado antes era atendido desde muchos frentes distintos, pero ahora no va a ser así”, recalca Palmer, aludiendo a que “esta normativa es un catalizador de la profesionalización del sector”.
Inmaculada González Oliz, responsable de Agentes de Singular Bank, transmite un mensaje de tranquilidad, porque asume que “se trata de medidas en defensa de los inversores y que este nuevo escenario sin duda supone que las entidades y sus profesionales han de tener mayor transparencia y detalle en los costes de los productos y su incidencia en la rentabilidad y en demostrar que el coste tiene valor (Value for Money) para el cliente, pero en cualquier caso no está alejado de la practica actual”.
Añade que la norma, más que proteger al cliente protege a la entidad, aunque es consciente de que es “un reto saber darle forma y traducirla para que todo el mundo conviva”.
Luis Crespo, subdirector Área de Agentes de Andbank España
Por su parte, Luis Crespo, subdirector del Área de Agentes de Andbank España, tiene claro que “hay que bailar siempre al ritmo del tambor del supervisor”. En esta línea, cree que no va a afectar de manera diferente al agente o al empleado de banca privada, dado que el espíritu de la norma y del regulador es el mismo para todos.
Eso sí, “hay que contar con mecanismos suficientes para asistir al propio agente en el cumplimento estricto de la norma, tanto desde el punto de vista de formación como de herramientas tecnológicas punteras que redunden en minimizar al máximo el tiempo que dedican sus asesores a tareas administrativas. Contar con departamentos de back office “in house” es absolutamente necesario en este contexto altamente cambiante”.